X-Men: Primera generación (2011)

“X-Men: Primera Generación” es una película que explora los orígenes de los X-Men, ambientada en el contexto de la Guerra Fría y la crisis de los misiles en Cuba en 1962. La trama se centra en la relación entre dos mutantes poderosos: Charles Xavier, quien se convertirá en el Profesor X, y Erik Lehnsherr, el futuro Magneto.

La película comienza mostrando a ambos personajes en su juventud.

Erik, en un campo de concentración nazi, descubre su habilidad para controlar el metal cuando es separado de su madre. Por otro lado, el joven Charles Xavier conoce a Raven (la futura Mystique), una mutante con la habilidad de cambiar de forma, y la invita a vivir con él.

A medida que crecen, sus caminos se cruzan cuando la CIA recluta a Xavier y otros mutantes para detener a Sebastian Shaw, un mutante que intenta instigar una guerra nuclear mundial. Shaw, quien fue el científico nazi que observó a Erik en el campo de concentración, es ahora el líder del Club Fuego Infernal y busca manipular el curso de la historia para beneficio de los mutantes.

Erik, consumido por la venganza contra Shaw, se une a Xavier y su equipo. Juntos, entrenan a un grupo de jóvenes mutantes en el uso de sus poderes. La película culmina con la confrontación entre los mutantes y el Club Fuego Infernal durante la crisis de los misiles en Cuba, donde las diferencias ideológicas entre Xavier y Erik se hacen evidentes.

Xavier aboga por la coexistencia pacífica con los humanos, mientras que Erik, marcado por su traumática experiencia en el Holocausto, cree que los mutantes nunca serán aceptados y deben dominar. Al final de la película, Erik adopta el nombre de Magneto y se separa de Xavier, llevándose a algunos de los mutantes con él y sentando las bases para la formación de la Hermandad de Mutantes.

“X-Men: Primera Generación” establece las raíces de la saga X-Men, mostrando cómo se formaron las ideologías opuestas de los dos líderes mutantes más emblemáticos.