X-Men: Días del futuro pasado (2014)

 X-Men: Días del futuro pasado 


La película comienza en un futuro oscuro y desolado donde los mutantes están al borde de la extinción. Los Centinelas, robots diseñados para cazar y matar mutantes, han llevado a la humanidad a un estado de guerra perpetua. Los pocos mutantes que quedan, liderados por el Profesor X (Patrick Stewart) y Magneto (Ian McKellen), se refugian en un monasterio en China, donde Kitty Pryde utiliza su poder para enviar la conciencia de Wolverine (Hugh Jackman) al pasado para cambiar un evento crucial en la historia.

En 1973, Wolverine despierta en su cuerpo más joven y se encuentra con los jóvenes Charles Xavier (James McAvoy) y Erik Lehnsherr (Michael Fassbender). Wolverine debe convencerlos de que deben unirse para evitar el asesinato de Bolivar Trask por parte de Mystique, ya que su muerte llevaría a la creación de los Centinelas y al futuro apocalíptico.


La película se sumerge en la política de la época, incluyendo la Guerra de Vietnam y el escándalo de Watergate, mientras los mutantes luchan contra el tiempo para cambiar el curso de la historia. Se exploran las relaciones entre los personajes, especialmente la tensión entre Charles y Erik, y cómo sus decisiones pasadas han afectado el presente.




Con una mezcla de acción, drama y viajes en el tiempo, “X-Men: Días del futuro pasado” no solo es una película de superhéroes, sino también una historia sobre la redención y la lucha por un futuro mejor. La película concluye con un final que no solo cambia el futuro de los mutantes, sino que también reescribe los eventos de las películas anteriores, creando un nuevo camino para la franquicia.

La película cuenta con una narrativa simple de entender a pesar de su complejidad, unos impresionantes efectos especiales y la habilidad de combinar con éxito dos generaciones de actores de X-Men. Además, “X-Men: Días del futuro pasado” se destaca por su edición extendida, “The Rogue Cut”, que incluye más escenas y desarrollo de personajes, especialmente en torno al personaje de Rogue (Anna Paquin).


En resumen, “X-Men: Días del futuro pasado” es una película que logra equilibrar la acción y la profundidad emocional, ofreciendo una experiencia cinematográfica que es tanto entretenida como reflexiva.

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